Acroarte rinde merecido homenaje a Cuquín Víctoria en una gala de nominaciones marcada por notables ausencias

El guión fue pobre, no le sacaron provecho a Kenny Grullón. El e Isaura Taveras lucharon toda la noche contra un sonido que parecía estar en manos inapropiadas.
La gala de nominaciones debe ser un acto sin los tediosos discursos. A lo sumo, debe hablar el presidente de Acroarte y con ello le sacarían provecho a la noche. En otras ocasiones, la gala ha sido eso, una gala, pues han contado con una apuesta escénica más digna. Esto está vinculado a la inversión destinada por las casas que patrocinan al premio, las cuales después de 26 años no deben manejarse con un criterio que termine afectando la antesala de la ceremonia pautada para el 16 de marzo en el Teatro Nacional.
El acto celebrado la noche del pasado martes en el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua contó con la ausencia de las principales figuras del espectáculo que dominaron las nominaciones, en cambio enviaron a sus representantes, lo que de alguna manera deslució el acto. Los que si asistieron, de manera entusiasta fueron los representantes del área clásica, así como los debutantes en el premio y uno que otras categorías en el área de comunicación.
Merecidos homenajes.
La gala rindió tributo Cuquín Victoria. Desde que los presentadores anunciaron la dedicatoria la sala, que lució casi llena, se puso de pie para tributarle un reconocimiento a Victoria, quien minutos más tarde recibiría una placa para honrar sus trayectoria.
El maestro Julio De Windt, laureado director sinfónico fue acertadamente premiado por Acroarte, así como mi entrañable amigo José Francisco Arias por la labor que desarrolla a través de su página web www.cristalycolores.com.
Los homenajes siguieron con un merecido tributo a Mundito Espinal, uno de los fundadores de Acroarte. Prolífico compositor que no se presentó debido a dificultades con su salud.
También recibieron reconocimientos, Luis Ovalles, Ramón Leonardo, así como los periodistas Grisbel Medina, Samir Saba, Robert Sánchez, Cesarina Bretón, Chino Estrella y Nazario Brea.
Al final, Dini Fernández juntó a un grupo que evocó la época dorada del merengue. Una apuesta que terminó con poca gente en el salón. Sergio Vargas, Charlie Rodriguez, Pablo Martínez y Diómedes Núñez interpretaron varios temas que invitaban al baile, pero no había donde.
Fuente: SeveroRivera.com
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